México aún está lejos de alcanzar el objetivo de reducir la tasa de muertes maternas establecida en el marco de las Metas del Desarrollo del Milenio, afirmó el Congreso de la Unión, tras señalar que la muerte materna y los embarazos en adolescentes son dos problemas de salud pública que afectan de manera preocupante al país.
Antonio Gutiérrez Trejo
EUM SEIE 30 julio 2015.
Y es que está plenamente documentado que a menor edad en el embarazo, mayor riesgo existe de pérdida de salud y hasta de la vida para las adolescentes que tienen hijos a edades tempranas.
Así lo confirman los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), pues considerando el número de muertes maternas, de acuerdo con los grupos de edad en análisis, se encuentran tasas elevadas.
El dato contrasta con el promedio general, es decir, para todas las mujeres de 14 a 49 años, entre quienes la razón de mortalidad promedio para el mismo periodo es de 47 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos.
Uno de los objetivos centrales planteados por las Naciones Unidas, en el marco de las Metas del Desarrollo del Milenio, es reducir la mortalidad materna, reto ante el cual México se comprometió a alcanzar una tasa de 22 decesos por cada 100 mil nacidos vivos en 2015.
Sin embargo, el último reporte ante el mecanismo de monitoreo de la ONU, se demuestra que aún está lejos de ese propósito, pues en 2012 el indicador era de 42.3 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos.
La muerte materna y embarazos en adolescentes son dos problemas de salud pública que afectan de manera preocupante al país, pues México ocupa el primer lugar de embarazos en adolescentes de 12 a 19 años, de los cuales mil 252 nacimientos se encuentran en este rango de edad.
Ante este panorama, la Comisión Permanente del Congreso aprobó un dictamen para que las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, impulsen medidas legislativas y de política pública que permitan reconocer a las adolescentes como titulares de derechos.
En este sentido, plantea que se establezcan las bases generales para la participación de los sectores privado y social que contribuyan a la sensibilización, difusión y prevención del embarazo adolescente; se implementen acciones para incrementar el uso de servicios especializados para garantizar la protección de la salud de las adolescentes embarazadas, el parto y el puerperio.
Así como medidas para reducir las relaciones sexuales forzadas entre las adolescentes, la trata de personas menores de edad, el abuso sexual de niñas, niños y adolescentes, con o sin fines comerciales, o cualquier otro tipo de conductas que impliquen violencia sexual su contra.
Las opiniones mostradas en los articulos de este portal informativo, pertenecen unicamente a las personas que las emite, Expresso Siglo XXI no es resposable de lo que las personas citadas expresen.
